-ey, luiggi, no sabés lo que me pasó en buenos aires... fui a una tanguería en el abasto y me confundí y entré a un cabarulo de travestis... casi más me violan...
o sea, ellos no quieren la perfección. la viven.
es por eso que desde acá nos cagamos de risa de los pobres pelotudos que se hacen mala sangre por los extranjeros que la pasan mal acá. si tan mal la pasasen [en estos momentos, el cambio del euro con el peso debe compensar cualquier resbalón por veredas rotas; se compensa en los puticlubs de recoleta] no aterrizarían tantos.
es decir, de nuevo, que existe otro pelotudo que no tiene mejor cosa que hacer que escribirle a *mi diario* lo siguiente:
Calles sin nombre
Se ñor Di rec tor:
"Para los turistas ha sido un agrado visitar Buenos Aires desde tiempos inmemoriales, por la magnificencia de su gran ciudad, con su destacada arquitectura de inspiración francesa. Lamentablemente este año parece que jugamos a las escondidas, ya que un gran número de calles no tienen letrero alguno que indique sus nombres.
"Otro tanto se aplica a ciertos teatros en los que no existe número de fila ni de butaca. Para qué hablar de las veredas, con todas las baldosas rotas o sueltas, que alientan accidentes. Ojalá las autoridades pertinentes corrigieran todo esto."
Raúl Bernardo Sigren Bindhoff
CI 22.821.385
digo, si u2 no tuvo problemas en cantar where the streets have no name y todo el mundo se lo festejó, los extranjeros tampoco viven ese problema.
por otra parte, vamos diseccionar tu epístola, raúl bernardo sigren bindhoff... me gustaría saber qué entendés vos por *para los turistas ha sido un agrado visitar buenos aires desde tiempos inmemoriales*. de hecho, los primeros turistas en estos lares no la pasaron nada bien. ya manucho lo dijo mejor de lo que yo puedo expresarlo. digo, se terminaron comiendo entre ellos y no eran uruguayos. ¿te suena? después, válgame dios, una horda de criollos descerebrados no tuvieron mejor idea que expulsar a los turistas ingleses ¡dos veces! tirándoles aceite hirviendo... y después llegaron los otros turistas, que les pareció tan linda la ciudad que siguieron en la suya, llevándose la guita sin problemas.
repito, basta con esa mentira de los turistas.
raúl: si tenés ganas de que le pongan el cartel a la calle, pedilo vos, no lo pongas en boca de obesos yankis retardados. si a vos se te rompió el mocasín, no te quejes de las baldosas por los compradores compulsivos brasileños. hablá por vos, che, y dejá a los turistas tranquilos.
Borges tambien recuerda lo mal que la pasan los turistas, con eso de donde ayunó Juan Diaz de Solis y almorzaron los indios. Y despues quieren que nos visiten, tenemos que educar a los locales para que reciban a los turistas y ver si podemos convertirnos en un paraiso como tailandia como para recibir a gente tan culta como los franceses tales como Mitterrand (sobrino) y Hoeullebecq
ResponderEliminarun mundo que se caga de hambre...y unos boludos "educados" para preocuparse sobre lo que puedan decir los turistas.... siempre las apariencias, de esas cosas de las que ellos ni van a poder disfrutar.
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