viernes, 17 de julio de 2009

competencia desleal / servicio a la comunidad

parece que la gente de woodland está haciendo de las suyas. y se puso a escribir cartas difamatorias sobre la competencia.
no, pará. creo que sólo se trata de un par de casos de clientes insatisfechos que no pueden más que humillarse en público en pos de que sus queridos compatriotas y co-lectores de *mi diario* estén advertidos: ojo que hay zapaterías que venden productos malos...

Zapatos fallados
Se ñor Di rec tor:
"En algunos comercios nos tratan como si nos estuviesen haciendo un favor. No creo haber sido la única clienta a la que trataron terriblemente mal en el local de Grimoldi de Cabildo al 1700, Belgrano, al intentar cambiar unos zapatos fallados al día siguiente de haberlos comprado en otra sucursal de Grimoldi. El encargado se desvinculó del tema al decir: «Que se haga cargo el otro local». Atónita, le dije que iba a llamar a la empresa Grimoldi. Entonces me gritó: «¡Haga lo que quiera!», en una actitud totalmente impune. No tuve alternativa y los cambié en el local original.
"Estoy convencida, ya que a eso me dediqué, de que no existe mejor forma de captar clientes que el buen trato y la cordialidad, ninguna de las cualidades que caracterizan al encargado de esta sucursal. Qué injusto me resulta conocer mucha gente educada y calificada que no tiene la oportunidad que tuvo este señor, que no sabe lo difícil que es conseguir y mantener el trabajo en estos días. Es un mal común de los últimos tiempos en nuestra ciudad, ¿o me parece a mí?"
Nora Stolzenwald
DNI 13.531.082

Otra de zapatos
Se ñor Di rec tor:
"Hace dos semanas compré unas botas en el local de Sibil Vane del Alto Palermo. Quizás podría haber encontrado esas mismas botas a un precio más barato en otro local, pero, llevada por la trascendencia de la marca, ni dudé en adquirir el producto. Mis suposiciones fueron erróneas y la bota se destruyó al probármelas en casa.
"La empresa, actuando bien a lo argentino, en ningún momento reconoció la mala calidad del producto vendido, sino que sólo se conformó con cambiar las partes dañadas y devolverme el mismo producto de mala calidad por el cual la mayoría de los argentinos (entre los que me incluyo) hubieran tenido que entregar la mitad de su sueldo para comprarlo. Mi lucha con la empresa para pedir que me entreguen otro producto de buena calidad fue en vano, ya que para aquélla reconocer esto es reconocer que está vendiendo productos defectuosos."
Eugenia Castillos

norita no puede con su genio y nos sermonea con el cliché del *dios le da pan al que no tiene dientes*.
euge, en cambio, parece una joven canchera, marquera y encima pesa una tonelada...
a las dos, les digo: hagan un juicio, vayan a defensa del consumidor pero no, nunca, una carta en *mi diario* para autohumillarse porque no saben cómo lidiar con *vendedores inescrupulosos*.

2 comentarios:

  1. Te creés que te las sabés todas.
    Sos un boludo.

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  2. gracias por participar... y si no te gusta, escribí una carta la nación.
    calixto

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un lector de la nación dice: